Marketing y Servicios: La Fiesta del Cine bate su récord

domingo, 2 de noviembre de 2014

La Fiesta del Cine bate su récord




El pasado 29 de octubre, fue el mejor día en asistencia a las salas españolas de los dos últimos años. Y aun así, esos 904.185 espectadores que entraron en un cine ese miércoles dejaron, como cifra, un sabor agridulce.

Dulce, porque con ellos se llegaba a los 2.196.101 espectadores en la VII Fiesta del Cine, 15% más que la anterior edición, celebrada hace seis meses, en abril, en medio del ciclón Ocho apellidos vascos. Los organizadores de este evento, que durante tres días ha ofrecido cine a 2,90 euros en 361 cines, es decir, 3.104 pantallas —casi todo el parque cinematográfico español, un 95%—, estaban contentos. Por primera vez superaron los dos millones: en abril fueron 1.904.728, y en octubre de 2013, 1.595.951, la primera gran explosión de la Fiesta, cuando duplicaron la asistencia de la convocatoria precedente. Salas llenas, colas, buenas vibraciones en los cines, rostros sonrientes. Juan Ramón Gómez Fabra, presidente de FECE (la asociación que aglutina a los exhibidores), incluso apuntaba que esperaban menos participantes el tercer día. 
Pero agria porque esos 904.185 entradas solo son un 3% más que el miércoles de la anterior edición. En las ocasiones previas, los lunes y los martes servían de calentamiento para miércoles explosivos. Y según avanzaba la asistencia esta semana, se preveía un miércoles con más de un millón de espectadores: el lunes fueron 517.167 personas (8% más que en abril) y el martes, 709.104 espectadores, (29% más que en la VI Fiesta). Finalmente, el miércoles la taquilla no reventó. Desde una de las asociaciones que organizan la Fiesta —FAPAE (confederación de productores), FEDICINE (grandes distribuidores), FECE (los exhibidores) y el ICAA (el organismo que regula el cine dentro de la Secretaría de Estado de Cultura)— un portavoz cuenta que puede que el público ya conozca la iniciativa: antes se la encontraba en las salas o se enteraba por el ruido mediático, “ahora saben que existe desde el primer día, lo que ha repartido más su presencia los tres días”.


También es la demostración de una irrealidad. Las entradas de cine no pueden costar 2,90 euros. Sí, pero el público pide precios más baratos. En las redes sociales había comentarios para todos los gustos: desde quienes se reían de esos espectadores —bien enviando fotos de colas en París, un hecho habitual en las concurridas salas francesas; bien recordando que muchos cines tienen el miércoles con día del espectador a 3,80 euros (“solo 0,90 más”); bien apuntando que en España el precio medio es de 6,5 euros— a quienes reclamaban precios más ajustados a la actual situación de crisis, cercanos a los cuatro o cinco euros. 

Otros apuntaban a que ese público solo se suma a un evento, como quien compra una novela en una feria del libro y el resto del año no se acerca a una librería. Los exhibidores compensan el precio a 2,90 con el acuerdo con los distribuidores en la ganancia de la entrada y con los ingresos de la venta de palomitas y refrescos. Alguno de los dueños de las salas que no participaban en la Fiesta considera incluso dañino el mensaje enviado con un precio tan bajo. Otro exhibidor, que sí hace la rebaja, apunta: “El cine nunca podrá costar eso, con la electricidad más cara de Europa y maniatados como estamos por los enormes porcentajes que nos piden de cada entrada las majors [los estudios de Hollywood], los mayores de la UE”. Mientras, la asistencia a las salas sigue menguando día a día. “Somos el único país europeo en caída libre”.



Gómez Fabra, presidente de FECE, cree que el público sabe lo que hay: “La Fiesta es una excepcionalidad. Si esta vez no había una locomotora como Ocho apellidos vascos, sí hemos contado con varias películas españolas atractivas. Creo que algo sembramos para que la gente repita el disfrute de ver un filme en pantalla grande”. Y, como en anteriores ocasiones, vuelve a no tener pelos en la lengua: “Hay circuitos [de salas] muy caros entre semana que tienen que bajar sus precios; debemos cambiar esa percepción del cine como un ocio caro. Pero es inexcusable la bajada de ese brutal 21% del IVA, que nos abriría la puerta para negociar con los distribuidores la rebaja”. 

Fuente: El País. Ver también: "¿Porqué la Fiesta del Cine batió su propio récord?" y "Fiesta del Cine 2014, ¿realmente la clave estaba en el precio?"
Después de leer el artículo y sus enlaces, surgen varias preguntas: ¿Estás de acuerdo con el contenido de esos artículos? ¿Piensas que el precio es la clave, para justificar la asistencia a una película?¿Se pueden reducir los costes?¿Por qué se han cerrado tantas salas de cine? ¿Cómo lograr que el cine no tenga la imagen del ocio caro? ¿Cómo se puede estimular la asistencia al cine?, etc. Estas y otras preguntas, forman parte de la estrategia de Marketing del Cine. A lo mejor te ayuda releer las entradas del 2 y del 3 de septiembre.
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5 comentarios :

David García Hernández dijo...

Al hilo de esta entrada creo conveniente un enlace a esta otra:

http://www.ennaranja.com/es-noticia/la-fiesta-del-cine-cuando-rebajar-el-precio-convierte-al-producto-en-una-fiesta/

Complementa a la perfección el tema de la fiesta del cine, la cual muchos hemos disfrutado estos días.

David García Hernández, alumno de Marketing Tic

Vanessa González dijo...

Con este tipo de descuentos o promociones una vez mas podemos comprobar que a la gente le gusta ir al cine pero lo que no pueden permitir es gastarse entre 7 y 9€ por estar sentado dos horas o menos viendo una película que pueden ver cómodamente en el sofá de su casa gratis.
Está claro que estos eventos se deberían hacer más a menudo para potenciar la imagen del cine que está cada vez mas de capa caída, y sobre todo del español que siempre ha sido muy criticado y tanto en la anterior fiesta del cine como en esta las películas españolas han tenido éxito.
También es cierto que estos descuentos son una ocasión de oro para gente muy cinéfila pero sobre todo ayuda a que gente no tan aficionada al cine se interese ya que todo descuento genera interés e incita a consumir.

Vanessa González. Alumna MK de Servicios.

General Failure dijo...

Estoy de acuerdo con lo que comenta mi compañero Javier Ezquerro.

No creo que si los cines redujeran en la mitad su coste permanentemente pudieran ser rentables y salir de la situación en la que se encuentran, si bien es cierto que ayudaría a aumentar la afluencia de publico. Seria mas que interesante poder analizar esos costes a fondo y hacer pruebas mas a fondo, como por ejemplo extender la promoción a una semana o a un mes para comprobar cuanto de la recaudación extra se aplica por la fugacidad de la promoción.

La fiesta del cine triunfa por que concentra una oferta interesante en un pequeño periodo de tiempo. De esta manera el "corre que te lo pierdes" juega su papel y añade mas entradas vendidas.

No obstante es una iniciativa ejemplar y un ejercicio de marketing perfecto, aunque deja en evidencia lo muertas que están las cabezas de la industria que tardan 8 años de recesión económica en reaccionar con alguna acción.

Si bien creo que es un tema complejo al que afecta principalmente el encarecimiento de las entradas y el empobrecimiento económico de los españoles, y el desplazamiento del lugar de consumo de cine de las salas a los hogares, no me cabe duda de que si experimentasen mas, lanzaran promociones agresivas y las publicitaran bien, podrían mejorar sus ingresos, por que una sala con 15 personas pagando media entrada ya genera mas ingresos que una sala con 5 aunque paguen toda su entrada completa, y el gasto de proyección es el mismo.


Patricia Sotodosos dijo...

Buen tema de debate, puesto que no opina lo mismo el consumidor que el "vendedor". Más del 50% de la población no va al cine tanto como le gustaría por los precios tan elevados, sobre todo los sábados, que llegan a vale alrededor de 8€, que sería cuando la familia con niños pequeños pueden ir juntos si los padres trabajan...

En cuanto a las preguntas que hace la propia entrada...

¿Estás de acuerdo con el contenido de esos artículos? no del todo, puesto que vale que 2.90 sea excesivamente barato, pero los precios actuales sobrepasan los límites que la gente pagaría para ir a ver una película.


¿Piensas que el precio es la clave, para justificar la asistencia a una película?Sin lugar a duda, si tiene un precio asequible, vas al cine a verla, mientras que si es realmente cara, la ves en tu casa pirateada...

¿Se pueden reducir los costes? supongo que les saldrá más rentable vender miles de entradas a 2.90, que la cuarta parte (si es que llega) a 7-8 €.

¿Por qué se han cerrado tantas salas de cine? porque en tiempos de crisis como los que estamos la gente no se plantea dejarse casi 40€ (si es una familia) en ir al cine a ver una peli, la ven en casa.


¿Cómo lograr que el cine no tenga la imagen del ocio caro?o bien rebajando la entrada, aunque no se llegue al 2,90, o bien haciendo ofertas de estas más a menudo.

¿Cómo se puede estimular la asistencia al cine? igual que la respuesta anterior, si el problema de este sector es el precio tan elevado que tiene.

Unknown dijo...

La idea que yo extraigo de esta entrada y de lo que he visto en las noticias y de lo que he escuchado a la gente, es que si bajaran el precio del cine, habría una mayor demanda de entradas.

El problema es que todas las empresas se han ido adaptando a las amenazas que han producido los cambios en el mercado y en la aparición de las redes sociales, convirtiéndolas en una oportunidad de negocio y crecimiento, excepto el cine.

Desde luego, pienso que tiene que haber una razón importante para que no hayan bajado el precio de las entradas sabiendo que cuando es más barata, muchos clientes acuden a las salas de cine.
Se comenta que es por el problema que les ponen las industrias cinematográficas, pero yo me pregunto,

¿Si las entradas valen 8 euros y van 4 personas, el beneficio es de 32 euros ; pero si costaran 4 y fuesen 8 personas, el beneficio no sería el mismo?

Y otro de los grandes problemas quizá también sea el aumento del IVA, que ha hecho que suba el precio aún más.

Es un problema que los cines españoles deberían de plantearse y analizar con detenimiento, intentar negociar con el gobierno y con las industrias cinematográficas y como comentábamos ayer en clase utilizar las salas de cine para más actividades que puedan generar beneficios.