Es comúnmente
aceptado que quien crea empleo y hace crecer la economía es la
empresa. El Estado como solución al paro
o al desarrollo económico ya ha pasado a la historia. El papel de la empresa
es cada vez más relevante: casi todos trabajamos en alguna empresa (grande o
pequeña), cobramos un salario, y casi todo lo que usamos es porque nos lo ha
vendido una empresa.
Dado este
enorme impacto (sea bueno o malo) es importante tener una idea clara de lo que
deber ser y no ser una empresa. Y es aquí donde, en mi modesta opinión, se
producen errores, desde ya hace mucho.
La mayoría de
teorías y libros sobre empresa enfatizan que el objetivo de la empresa
debe ser maximizar el beneficio para el accionista.
Y yo les respondo que en la empresa hay muchos trabajadores
que comprometen al menos 8 horas diarias, más esfuerzo, ilusión, creatividad..
.
El accionista
apenas ha puesto unos duros en unas acciones que ni se acuerda cuándo las
compró. Es obvio que el nivel de compromiso con la empresa, es mayor el del
empleado que el del accionista. ¿Cómo es posible que sea el accionista el
objetivo fundamental de la empresa?
Si el objetivo
es maximizar el beneficio, el asunto es fácil, cuanto más
puedas apretar a empleados, proveedores y clientes, mejor, aunque te puedes
quedar sin empresa en poco tiempo. Esta visión de la empresa responde mucho al
corto plazo, y por tanto es miope: solo ve bien de cerca y no ve bien de lejos.
El énfasis en
el beneficio del accionista es consecuencia
de la teoría financiera moderna, de origen casi exclusivamente anglosajón, con
un postulado simple: "El inversor es un ser racional que intenta maximizar
su utilidad"; en lenguaje llano, el inversor es un tipo listo que quiere forrarse.
Obsérvese que la teoría financiera moderna no parte de la empresa sino del
inversor. Un mal comienzo. Si el centro de todo es el inversor, el objetivo
lógico de la empresa serás maximizar su beneficio.
La tradición
empresarial en Europa tiene un enfoque distinto: la empresa es un lugar de
esfuerzo común de directivos, empleados, capital y trabajo, con el objetivo de
prestar un servicio a los clientes, a la comunidad, y al desarrollo de las
personas. Muchas empresas familiares en España y en Europa (también en EEUU)
tienen esa raíz y, gracias a Dios, siguen manteniendo esta misión. En Alemania,
por ejemplo, los empleados forman parte del comité de administración de la
empresa.
Pero el hecho
es que cuando una empresa crece y no digo nada si cotiza en bolsa,
se ve mediatizada por esta teoría predominante en los mercados: la maximización
del beneficio. Y esto trae graves consecuencias. Los libros de texto de finanzas
y empresa deberían cambiar y presentar una visión de la
empresa más dirigida al desarrollo de las personas, compatible con ganar
dinero.
Fuente: Artículo de El Periódico
1 comentario :
Estoy de acuerdo en que la visión de la empresa desde el punto de vista de maximizar el beneficio en favor de los accionistas, es equivocada. Actualmente vivimos en una sociedad, donde lo "más importante" es conseguir el mayor beneficio sin importar la forma en la que se llegue a dicho punto. De hecho, no importa tanto las condiciones laborales de los trabajadores, las relaciones que se producen entre ellos, el buen ambiente, etc. Y yo creo que esas pequeñas cosas que favorecen que el trabajo sea más dinámico y positivo(puesto que los trabajadores estarán más motivados y producirán más y mejor), hacen que una empresa pueda crecer de una forma mucho mayor, a como crecen las empresas que no cuidan estos aspectos.
Sergio Martín Míguez, alumno de Marketing TIC UAH.
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