¿Cómo saber si un anuncio es bueno o malo? Desde que naces, te relacionas con marcas,
consumes su publicidad e incluso hablas con ellas a través de
las redes sociales. Por ello tienes experiencia y una opinión más o menos
formada acerca de las marcas y lo que dicen. Pero hay tres
criterios que pueden ayudarte a determinar la calidad de una campaña.
A menudo, cuando hablo con gente sobre
música, me comenta: “yo no entiendo de música, pero esta canción me gusta”. Y
no se trata de entender de partituras, armonías o interpretación. Se trata de emociones. Si una canción te gusta, para ti, ese
momento es irrepetible, porque te hace vibrar, saltar o estremecer. Con la
publicidad ocurre igual. Es la forma más simple de evaluar un mensaje
comercial, pero no la única, ni la más precisa, ¡obviamente!
Si te haces un par de preguntas estarás
más cerca de la “verdad”. La primera de ellas:¿el spot contribuye a lograr los objetivos del anunciante? Salvo que trabajes codo con codo con
la compañía, difícilmente sabrás cuáles son los KPIs de la campaña, pero
probablemente estén relacionados con notoriedad y ventas.
Hay anuncios que no gustan, son molestos o repetitivos, pero funcionan en
términos de marketing. Y lo que funciona es bueno. Así ocurre con la campaña de Línea Directa:
“Permíteme que insista, ¿tienes los quince puntos?”. ¿Acaso crees que seguirían
tanto tiempo insistiendo si no fuera por la eficacia de la campaña?
La segunda cuestión es vital para
sobrevivir en un mercado cada vez más saturado:¿el mensaje diferencia a la marca? Posiblemente estemos ante la crisis del mensaje.
Es cierto que cada día hablamos más de storytelling y contenido. La teoría la sabemos, pero en la
práctica, somos los reyes del tópico y del copy-paste.
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