La gente se
olvida de lo que decimos pero no de cómo lo hacemos. Ante
el exceso de oferta, a las marcas solo les queda una opción para diferenciarse
y no difuminarse en la amalgama competitiva: recurrir
a la experiencia de cliente. Hacerlo bien ya no es suficiente, el
consumidor tiene la necesidad de sentirse único e imprescindible.
¿Y esto cómo se
consigue?
Pues, en primer lugar, averiguando
cómo son nuestros clientes más allá de sus características sociodemográficas.
Precisamente, Johanna Blakley, directora adjunta del Centro Norman Leard, un
think tank especializado en el estudio de medios, comentaba en una charla de
Ted titulada “Social media and the end of gender” que en la era digital la segmentación tradicional basada en la
posición socioeconómica, la edad o el género, ya no tiene sentido.
Hoy en día, las comunidades se construyen en base a gustos e intereses.
Identificar qué les gusta a nuestros clientes, cuáles son sus aficiones, qué
uso hacen de nuestros productos, etc. nos permitirá conocerles y
entenderles mejor y, en consecuencia, ofrecerles
algo que se ajuste más a sus necesidades.
Otro factor esencial, será examinar el Customer Journey
de la compañía. Éste consiste, básicamente, en analizar todos los puntos de contacto entre la compañía y el cliente
para identificar oportunidades de mejora. Algo tan sencillo como disponer
los artículos de una tienda bien ordenados para que sean fáciles de encontrar,
puede tener un gran impacto para la persona que se acerca a comprar a nuestro
establecimiento y, consecuentemente, en el recuerdo que ésta guarde de nuestra
compañía.
Los
consumidores sueltan infinidad de información en Internet y en las redes sociales. En este
sentido, nuestra labor como empresas es recogerla y analizarla. Sin embargo,
los datos que hay en Internet sobre nuestros clientes son infinitos, por lo
que, antes de volvernos locos, conviene definir qué queremos saber para, a
continuación, buscar y recabar información. Las bases de datos corporativas,
las encuestas de satisfacción, o los call center serán fuentes de conocimientos esenciales para conocer a
nuestros clientes y para analizar su experiencia de compra con nuestra marca.
Finalmente, no sirve de nada llevar a cabo buenas
campañas de marketing con un tercio de la empresa. El marketing es una disciplina transversal, que tiene que entrar en la agenda de los CEO y en la que se deben involucrarse todos los
departamentos de la compañía. Por esta razón, si queremos transformar la
experiencia de cliente de nuestra empresa, deberemos implicar a todos nuestros
empleados. O remamos todos en la misma dirección, o nunca llegaremos a buen
puerto. Por esta razón, todas aquellas empresas que tengan una preocupación por mejorar la experiencia de sus usuarios,
deberán contar con un sistema de escucha del cliente potente, que les permita
gestionar toda la información que reciben a través de distintos canales para
conseguir que ésta llegue a la persona adecuada dentro de la organización.
Fuente: Daemon Quest Blog
4 comentarios :
Bueno, es algo en lo que yo creo que las compañías han ido evolucionando hacia bien en los últimos tiempos.
El pedir consejo a los clientes de cómo mejorar sus productos, probar productos nuevos, o incluso pasar encuestas para ayudar a la creación de nuevos productos, no solo hace que ese producto vaya a tener un éxito casi asegurado, sino que además el cliente se sentirá valorado y la compañía conseguirá su fidelidad.
En cuanto a la mejora de la comunicación compañía-cliente, yo creo que las redes sociales han influido y ayudado bastante. Hoy día es bastante usual ver el típico comentario en cualquier red social en el que, dando una opinión sobre alguno de los productos de la compañía, entras en un sorteo en plan ganar algo de merchandising de la compañía o conseguir antes de tiempo sus productos.
Y como muy bien dice el artículo, otra cosa en la que se ha avanzado últimamente es en la relación compañía-empleados. Antes era muy común ver que las decisiones de marketing (y en general las de toda la empresa) las tomaban unos pocos y había que acatarlo llevaran o no razón, y en cambio ahora se pregunta y se tiene más en cuenta las ideas que puede tener cualquier empleado, ya que podría ser muy útil para el éxito de un producto.
David Jiménez de la Calle, alumno de Marketing Tic en el Grado de Sistemas de la Información dentro de la UAH.
La experiencia del cliente se ha convertido en un factor clave, para lograr la satisfacción del cliente o lo que es lo mismo la calidad de servicio.
Me parece que es muy importante conocer lo mejor posible al cliente y lograr, como ser dice en la entrada, una cultura de la empresa orientada a lograr la mejor experiencia al cliente.
Entrada bastante interesante.Los tiempos están cambiando, y ya no son las marcas las que influencian sobre nosotros, sino que nosotros marcamos esas influencias.Le redirijo a un link a una entrada que trata sobre este tema
Pinchar aqui
Publicar un comentario