Las emociones
tienen un gran impacto en cómo los consumidores perciben su relación con las
marcas, según datos del último estudio de la consultora Forrester. En este sentido, "las empresas deben
esforzarse por generar sentimientos positivos que creen relaciones duraderas
con sus clientes objetivos. Sin embargo, cabe recordar que los seres humanos
somos más sensibles a las experiencias negativas que a las positivas, por lo
que las empresas están obligadas a luchar por minimizar el impacto de los malos
recuerdos para que no se genere una percepción dañina de su imagen y ahí es
donde las estrategias de neuromarketing
cobran significado", explican desde Agenciasdecomunicacion.org, buscador gratuito de agencias
de comunicación.
El neuromarketing permite analizar cómo reacciona el
cerebro ante una determinada decisión de compra, estudiando los estímulos
sensoriales que recibe el sujeto y todos aquellos atributos tangibles e
intangibles que percibe. Así es posible conocer el nivel de memoria, de atención
y de emoción que genera una determinada acción en el consumidor. "Diversos
estudios demuestran que la mayoría de las decisiones de compra se producen de
un modo inconsciente e irracional, porque son las emociones las que dirigen las
decisiones de compra, no la lógica", destaca Raquel Coba, responsable del
portal.
El neuromarketing aplicado al campo de la comunicación
permite:
1. Conocer si el consumidor recibe los mensajes que lanza la
marca de una forma emocional y positiva.
2. Diseñar estrategias de comunicación que faciliten la conexión
emocional positiva entre marcas y clientes, contemplando las diferentes
reacciones que pueden generar.
3. Redirigir las acciones comunicativas y segmentarlas en
función de las respuestas emocionales del público objetivo.
4. Aumentar el ratio de éxito de las acciones promocionales
5. Realizar una estrategia de branding centrada en las expectativas, deseos y
necesidades del consumidor, más allá de las que ha verbalizado con
anterioridad.
Las aplicaciones del neuromarketing ofrecen, según los expertos, un
abanico muy amplio que comprende desde el packaging de
un producto hasta su colocación en el lineal de un supermercado, pasando por la web de la empresa. "Cuando hablamos
de esta ciencia, lo hacemos de mucho más que de colores u olores, nos estamos
refiriendo a técnicas que nos permiten saber cómo reacciona el cerebro del
consumidor ante una determinada marca. Esto es algo imprescindible en un
mercado dónde cada día es más complicado sobresalir y dónde los clientes son cada
vez más exigentes y están mejor informados", concluyen desde Agenciasdecomunicacion.org.
Fuente: DirigentesDigital
Ver también: "Los anuncios se meten en tu cabeza, aunque a veces no te des cuenta" (El País)
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