En su famosa obra In search of excellence Thomas Peters y Walter Waterman enunciaban una serie de ocho atributos que habían identificado en un conjunto
de empresas que ellos calificaron en aquellos momentos como excelentes.
Hablaban de orientación a la acción, cercanía al cliente, espíritu emprendedor,
contar con las personas, involucración directa en el manejo del negocio,
centradas en el negocio que dominan, estructuras muy simples y aspectos
relacionados con la centralización y la descentralización. Cuando uno se
detiene a observar las empresas familiares es fácil darse cuenta de que en
general prestan mucha atención a los atributos descritos por Peters y Waterman.
Es más, me atrevería a decir que lo llevan en su ADN.
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En el caso de las empresas familiares, la excelencia pasa
por imprimir los mismos criterios a la familia y la empresa. No se puede esperar tener una
empresa excelente sin tener una familia que la lidere desde la excelencia.
La familia es un sistema complejo, que crece y se modifica
continuamente en base a las nuevas personas que por nacimiento o como nuevas
parejas se incorporan a ellas. Esto supone unas transformaciones constantes que
implican renegociar constantemente muchos temas importantes, incluyendo el
encaje de las distintas creencias y la revisión de los valores familiares.
Pero si la familia tiene la excelencia asumida como un valor
fundamental, jamás tendrá que renunciar a ella porque es la base que garantiza
que los necesarios ajustes conducirán hacia el éxito familiar y
empresarial. El proceso implica doble esfuerzo porque requiere
mantener la visión puesta en el desarrollo de la familia y a su vez de la
empresa.
Lograr la excelencia requiere mucho trabajo, esfuerzo y criterio. Que nadie piense que la excelencia puede ser fruto del azar.
Se consigue con esfuerzo y con determinada actitud.
Llegado este punto me gustaría cerrar esta serie dedicada a los
valores de las empresas familiares con una pregunta:
¿Exigimos a los jóvenes de nuestra familia el esfuerzo necesario
para que se acerquen a la excelencia en todos los órdenes de su vida?
Fuente: Blog de Empresa familiar de Josep Tàpies
2 comentarios :
También es importante recordad que la excelencia es fruto además de lo ya citado del tiempo, no se consigue en un día, sino a través de un largo proceso.
Miguel Muñoz
MK Internacional
También me parece muy importante evidenciar que muchas históricas empresas familiares han tenido problemas en el procesos de transacción de una generación a otra. Esto porque el fundador de la empresa ha tenido un proceso de excelencia progresivo, con su éxito que ha ido evolucionándose proporcionalmente a sus capacidades. En cambio hay veces que los herederos no han sido educados a la excelencia y van a poseer una empresa de éxito, pero un éxito que no han contribuido a conseguir y que muchas veces no son capaces de mantener e incrementar. Entonces opino que la solución podría ser inserir estos herederos en la empresa, pero al principio a los niveles más bajos, para que entienda donde se crea de verdad el valor y sigan luego avanzando progresivamente hasta llegar a los niveles de mando. De esta forma no se encontrarían directamente al mando de la empresa sin haber nunca contribuido a su éxito y en cambio seguirían un proceso de excelencia personal.
Tiziano Francesco Putzu, Marketing Internacional
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