Muharrem es un
hombre sordo que vive en Estambul. Una mañana sale a dar un paseo con su
hermana Özlum y, de repente, es sorprendido por alguien que le saluda en la lengua de los signos. El hombre da un respingo, pero no da mayor importancia al
asunto.
A continuación, entra en una tienda y, de nuevo,
el dependiente también se comunica con él en el lenguaje de los sordos.
Continúa su recorrido, de sorpresa en sorpresa, hasta que llega a una plaza
donde ve un anuncio en una marquesina. Ahí se descubre el pastel…
Todo se había fraguado tiempo atrás. Un equipo de
Samsung y de la agencia publicitaria Leo Burnett habían estado trabajando un
mes entero: habían enseñado el lenguaje de los signos a la gente del vecindario y colocado cámaras ocultas en lugares
estratégicos del recorrido habitual del joven para darle la mayor de las alegrías. También
habían contactado con su hermana, que actuaba de enlace. En el día señalado,
Özlem sale a pasear con su hermano y se produce este pequeño milagro. A lo
largo de varios minutos, una festiva y bien orquestada interpretación de todos sus vecinos conmueve profundamente al interesado.
Al final del anuncio se puede ver como el chico se emociona cuando
todos abandonan sus escondrijos y se acercan a él aplaudiendo en señas.
El anuncio fue diseñado por “Samsung Turquía” para promocionar su sistema de
vídeollamadas para personas con problemas auditivos. El
vídeo ha tenido una fenomenal respuesta en YouTube: en sólo 3 semanas acumula 9’5 millones
de visitas, y ha sido alabado y compartido por miles y miles
de internautas.
Desde luego, es agradable ver una publicidad con valores, capaz de conmover y de
suscitar la solidaridad, que contribuye a hacer de nuestro mundo un lugar
más habitable. ¿No os parece?
Fuente: Publicidad y Cine con valores
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