Una felicitación del 2009.Haz click en la imagen para aumentar su tamaño
Ya huele a Navidad. Los adornos, luces y villancicos de Navidad inundan
estos días los comercios, las calles y los hogares y, en breve (yo ya he recibido varios), recibiremos las
primeras tarjetas navideñas de nuestros proveedores, colaboradores, amigos y
familiares, por lo que durante los próximos días estaremos ocupados con la
laboriosa tarea de felicitar las fiestas.
Y es en este momento cuando nos surgen
dudas: ¿Debería enviar una tarjeta de Navidad a mis clientes o contactos o ya
está pasado de moda? ¿Qué tipo de tarjeta debo enviar? ¿Qué debo poner? ¿Cuándo
debo enviarla? Pues bien, la respuesta a la primera pregunta es un “sí”
rotundo. El principal argumento a favor es que no son sólo una
tradición, sino que son una buena oportunidad para que tu cliente perciba que
él es importante para ti.
¿Cómo debo hacer mis tarjetas navideñas de empresa?
Básicamente te recomiendo que sigas
estas ocho reglas:
1.Base de datos de contacto actualizada. Antes de comenzar
los envíos, es imprescindible asegurarnos de que nuestra tarjeta navideña
llegará a la persona adecuada. Para ello, es preciso invertir tiempo en
confirmar que la información que tenemos de nuestros clientes -nombres,
cargos y ubicaciones- es correcta.
2.Buena calidad. La tarjeta navideña es también
una herramienta de comunicación que representa a nuestra empresa, y
por tanto, nuestra profesionalidad, seriedad, imagen y confianza están en
juego. Por eso, es importante que -dentro de nuestras limitaciones
presupuestarias y en línea con nuestra cultura de empresa- cuidemos los
materiales que utilicemos para elaborar las tarjetas, ya sean digitales o
en papel.
3.Personaliza el mensaje. Independientemente del volumen
de tarjetas navideñas que estimes enviar, no olvides que el cliente debe
recibirla como única y hacerle sentir especial. Es por eso que, en la medida de
lo posible, hay que adaptar el mensaje al destinatario, firmar de puño y letra
la felicitación si es en soporte papel y escribir a mano la dirección en
el sobre. En el caso de que utilices una tarjeta digital, puedes
optar por hacer varias versiones, segmentando a los clientes por algún criterio
como puede ser el sector de actividad o sus gustos.
4.Cuida y conoce las tradiciones de tus clientes. Este punto es crítico para llegar a la parte emocional del cliente.
Piensa en un mensaje apropiado para cada individuo, teniendo en cuenta su país
de procedencia, cultura, tradición o religión. Al fin y al cabo, nuestra
tarjeta será recibida por una persona de carne y hueso y no una empresa. Si no
estás seguro o no conoces al cliente, elige frases genéricas como “Felices
Fiestas” para no herir sensibilidades. Otra posibilidad es utilizar las
mismas frases que esos mismos clientes utilizaron en sus tarjetas de Navidad en
años pasados. Sin embargo, note olvides del verdadero sentido de la Navidad y elige un mensaje de acuerdo con el sentido cristiano de la vida. Muchas personas te lo agradecerán.
5.Realiza el envío con suficiente antelación. El momento también importa y además nos da información. Si mandamos las
tarjetas de Navidad en fechas muy próximas a Nochebuena, Navidad o Nochevieja
puede ocurrir que el cliente ya esté de vacaciones y no la reciba hasta su
regreso, o que al llegar tan tarde piense que se nos había olvidado y la
hemos enviado en el último momento. Para evitar este tipo de situaciones y
teniendo en cuenta que Correos en estas fechas suele estar desbordado, es
recomendable realizar el envío como mínimo diez días antes de esas fechas
“críticas” y lógicamente aumentar dicho plazo en función de la lejanía del
destino, sobre todo cuando es a otros continentes.
6.No olvides incluir tus datos de empresa. Puedes recordarlos
incluyendo una tarjeta de contacto o un sello en un lugar discreto de tu
tarjeta navideña.
7.Alinea la tarjeta con la imagen de marca de tu empresa. En el momento del diseño de la tarjeta, recuerda que debe transmitir tu
imagen de marca a través de los colores, el tipo de letra, etc.
8.Adapta la tarjeta a tu tipo de negocio. Hoy en día existen
numerosos formatos de tarjetas, en papel, digitales, apps,
herramientas web, etc. Independientemente del formato que finalmente elijas, es
imprescindible que vaya en línea con nuestro tipo de negocio. Así, por ejemplo,
si tu empresa se dedica a desarrollar programas informáticos, una buena opción
puede ser desarrollar un programa para realizar tarjetas navideñas. Otra opción
sería felicitar la Navidad con un pastel navideño, si resulta que tu negocio
pertenece al sector de la hostelería. O si eres una agencia de publicidad,
puedes emplear un vídeo o un artista con una ilustración hecha a mano.
Ahora que ya conoces las ocho reglas de
oro, no esperes y ponte manos a la obra, que seguro que tus clientes te lo
agradecerán. Y, dada la ocasión, aprovecho estas últimas líneas para desearos
que estas Navidades vuestras tarjetas vengan cargadas de buenos deseos para
vuestros negocios.
Adelanto que el próximo día 21, publicaré mi felicitación especial para mis alumnos, los principales lectores de este blog..
Fuente: Con Tu Negocio. Artículo escrito por Mónica Sofía García
2 comentarios :
Personalmente, yo no soy partidario de hacer tarjetas de navidad, si no que soy más partidario de quedar con aquellas personas cercanas a mi y con gente que no suelo ver a diario y pasar una tarde tomando algo o dando un paseo. Creo que eso es más cercano que no escribir una carta navideña que más o menos son iguales. También es cierto es que a nivel empresarial no se puede hacer eso, pero si se podría hacer algo parecido con los clientes más importantes que esta tenga.
Un saludo
En mi caso, considero un hecho muy bonito la acción de escribir una postal navideña y mandarla a tus seres queridos o a una empresa.
En un mundo donde las relaciones entre las personas se están perdiendo por culpa del correo electrónico, los mensajes instantáneos y los dispositivos móviles, recibir una postal manuscrita por alguien es algo que sigue gustando, al menos en mi caso, y que hace recordar que hay personas que aún continúan con las tradiciones y no se han dejado llevar por la tecnología, que por supuesto nos ha hecho avanzar de forma espectacular, pero en algunos ámbitos nos ha hecho menos "humanos".
Quizás en el ámbito empresarial se haya perdido aún más esta bonita costumbre, pero aún hay algunas empresas, sobre todo pequeñas, que mandan su postal navideña felicitando a sus proveedores e incluso a sus clientes, fomentando así una relación mucho más cercana y con más empatía con este.
Un saludo,
Luis Javier Guelbenzu Blanco - MKTIC
Publicar un comentario