Hasta hace poco, no nos gustaba ser reconocidos
fuera de nuestras fronteras por algo tan simple como unas castañuelas Nos
alentaba pensar que España es algo más que toros, sol y flamenco. Evidentemente
así es, pero no por ello tenemos que renunciar a un arte que
"puede ayudar a impulsar la marca España".
Es algo distintivo, reconocible,
único y valorado internacionalmente. Habría que
sacarle más partido", declara Miguel Marín, el promotor de los festivales
de flamenco que se celebran en Londres, Nueva York, Tokio o Moscú, entre otras
ciudades, en el periódico económico Expansión.
Y es que cerca de 25.000 personas
acaban de disfrutar en Londres del Flamenco Festival en el teatro Sadlers Wells, una
cita que durante dos semanas ha reunido a algunos de los mejores artistas del
momento, como Eva Yerbabuena, Estrella Morente, Israel Galván o Antonio
Canales. Muchos de los
espectadores han sido asiáticos y británicos.
"El flamenco no gusta porque
está de moda, sino porque es un arte universal con cada vez más admiradores en
elmundo", declara Marín. "Mi motor es llevar el flamenco a todos
los rincones del mundo", asegura.
Con su empresa se ha convertido en uno de los mejores embajadores del flamenco
en el mundo. Alrededor de cien
mil espectadores al año disfrutan de los espectáculos que organiza.
Al principio los espectáculos se
vendían al peso
Marín recuerda que, al principio,
los espectáculos se vendían "al peso". "Me preguntaban: ¿cuántos
bailarines va a haber en el escenario? Yo les contestaba: uno. Y ellos me
decían, no hombre, por lo menos que haya diez". Hoy un artista como Israel
Galván, acompañado de dos cantaores y un piano - -sin guitarras, ni trajes de
cola, ni castañuelas- es capaz de poner al auditorio en pie y lograr cinco
estrellas en la crítica que publicaba en el Financial Times hace
tan sólo unos días.
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