No podemos evitar enviar
mensajes no verbales a los demás, sin embargo, es posible
entrenarse para enviar los correctos. He aquí diez señales no verbales que
transmiten confianza y credibilidad en el lugar de trabajo.
1. Buen
contacto visual. El contacto visual es la
herramienta principal para el establecimiento de conexiones no verbales con los
otros. Nos permite comunicar el nivel de participación en la conversación, así
como el interés que le ponemos y si nos resulta agradable o no. Es muy útil
también en las reuniones con más de dos personas.
2.
Un apretón de manos con confianza. La comunicación a través del tacto es
otro comportamiento no verbal importante. Un buen apretón de manos permite
sacar el máximo provecho a una primera impresión. Y se considera un buen
apretón el que genera el contacto con toda la palma, enlazando a la del
interlocutor y adaptando su firmeza a la fuerza de la otra persona.
3. Gestos
eficaces. Un gesto es un movimiento físico que ayuda a expresar una idea,
opinión o emoción. Es importante esforzarse en transmitirlo correctamente, pero
que parezcan movimientos naturales, espontáneos pero decididos. Hay que evitar
movimientos negativos, aunque comunes, como señalar con el dedo o jugar
toqueteando el pelo.
4. La
importancia del vestir. Shakespeare afirma en Hamlet afirma que la ropa a
menudo proclama al hombre. Y realmente, en el trabajo, la vestimenta dice mucho
acerca de nuestra actitud y nuestra profesionalidad. Elige piezas de calidad y
adaptadas a tu cultura corporativa, especialmente cuando tengas que reunirte
con un jefe o con un cliente.
5.
Pose y presencia autoritaria. Es importante tomar el espacio de la
habitación en la que estamos, enviando un mensaje de confianza y energía. Una
mala postura, por el contrario, envía un mensaje de baja autoestima y poca
confianza. Ya sea de pie o sentado, es importante tener la espalda estirada,
expandir los movimientos con los brazos y mantener las piernas firmes.
6. Expresiones
faciales apropiadas Se ha demostrado científicamente que cada una de las
emociones humanas básicas, como la ira, la alegría, la tristeza o la sorpresa,
tienen cierta expresión facial asociada. Esto nos ayudará a transmitir a
nuestro interlocutor lo que queremos decir, e incluso podemos practicar delante
de un espejo. Cuando por en cambio, tenemos que escuchar, es importante
mantener una cara atenta, asentir con la cabeza y no perder el contacto visual.
7. Inicia
interacciones Da el paso y es el primero en establecer el contacto visual,
ofrecer tu mano y mostrarte abierto al cruzarte con alguien. Esto te facilitará
posteriormente aportar una idea, o proponer una solución en una conversación.
8. El
tono de voz apropiado. Es habitual la frase “no es lo que dijo, sino cómo
lo dijo”, en referencia al paralenguaje. Es decir también hay elementos que
cuidar entre la comunicación verbal y la no verbal, como puede ser el tono de
voz, el volumen, el ritmo y las pausas. Igual que las expresiones, también
transmiten un significado emocional y tienen un impacto en el oyente.
9. Pon
toda tu atención. Y demuestra que lo estás haciendo, porque la otra persona
lo agradecerá. No cruces los brazos ni las piernas, y dedica toda tu energía a
la otra persona, dejando de lado el teléfono móvil o el reloj, porque
representan una clara falta de respeto.
10. Responde
a las señales no verbales de los demás. Prestar toda la atención al
interlocutor también pasa por captar su lenguaje no corporal. Hay que entender
lo que dice su voz, pero también lo que dicen sus ojos o su postura. Incluso si
lo recibimos claramente, podemos intentar responder generando confianza con
nuestras propias señales o incluso arriesgarnos a verbalizarlo, por ejemplo:
¿Te sientes incómodo? ¿Prefieres que lo hablemos en otro momento? En cualquier
caso, la clave está en mostrar empatía.
Fuente: equipo&talento.com
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