A pesar de que en Estados Unidos se alcanza anualmente un alto nivel de donativos para causas benéficas –la cuantía llega al 2% del PIB-, las ONG se han dado cuenta de que se trata de una proporción fija, que no consiguen hacer crecer desde 1970. La causa es sencilla: las organizaciones sin ánimo de lucro se mueven en un marco muy estrecho y solo si liberalizan sus actuaciones y comienzan a aplicar la lógica del mercado podrán dar un salto en recaudación.
Pero ¿por qué despierta
sospechas una ONG que paga buenos sueldos o tiene unos gastos generales de
cierta entidad? ¿Qué es lo que impide a una asociación sin ánimo de lucro
publicitar sus campañas o difundir –como cualquier otra empresa- sus eventos y
festivales? El principal problema no está tanto en la legislación sino en los
esquemas mentales, en un modo de pensar generalizado, que impone a las
instituciones non profit una vara de medir estricta y muy alejada de
mecanismos perfectamente admitidos en el mercado.
Por eso para recaudar más y
cumplir sus fines el gran reto de las instituciones benéficas se centra en
acabar con el doble rasero, según afirma Dan Pallotta, empresario conocido por
sus populares campañas a favor de causas sociales, en un artículo publicado por
The Wall Street Journal.
Pedimos a las ONG que resuelvan graves problemas, pero les negamos los
instrumentos que les permitirían aumentar su potencial, explica Pallotta; no
hay más que ver cómo “los recién licenciados huyen a las empresas que les pagan
sueldos altos”, y para empezar se están perdiendo los mejores talentos.
En su opinión, solo con invertir
en acciones publicitarias y de marketing crecería la cuantía de
donativos, que en Estados Unidos alcanza la cifra anual de 300.000 millones de
dólares. En su artículo Pallotta aporta las investigaciones de James
Greenfield, un consultor experto en fundraising: para grandes
donaciones, por cada 10 céntimos de dólar gastados en campañas se calcula un
retorno de un dólar; en los mailings hace falta invertir 20 céntimos para
obtener el dólar; con los eventos la inversión es de 50 céntimos para conseguir
la misma cifra. El autor destaca que simplemente invirtiendo dinero en acciones
de este tipo la ONG Share our strength, una organización que combate el hambre,
ha cuadruplicado sus ingresos en dos años.
Fuente: Aceprensa (servicio de libre acceso on line). Ver también el portal de "Fundación Gestión y Participación Social" dirigido a facilitar la profesionalización de la gestión de las ONG. También leer el artículo "Marketing en la práctica de las ONG"
2 comentarios :
Considero que apostar por el marketing solidario como forma de colaborar con una ONG es una muy buena elección para aquellas empresas que quieren vincular sus productos a los valores solidarios. Las empresas que deciden realizar acciones de marketing con causa con una ONG como Manos Unidas y asocian su marca a los valores de la solidaridad, mejoran su imagen y además mos ofrecen un plus de motivación a los que somos sus clientes y empleados. Una empresa que se implica en el reto de la lucha contra el hambre y la pobreza está con ello expresando un compromiso. Y nosotros, los consumidores valoramos muy positivamente ese compromiso.
Un saludo, Ana.
Realizar una campaña publicitaria para ONG tiene por un lado un punto negativo, porque se hace casi gratis, por tanto la agencia, no obtiene beneficio económico, pero tiene un punto muy positivo y es que este tipo de cliente deja bastante libertad creativa y además si la campaña es buena la repercusión social positiva y la notoridad están garantizadas.
Como es mejor una imagen que mil palabras os recomiendo este vídeo que realizó la agencia Shackleton Group para el día mundial contra el hambre.
https://www.youtube.com/watch?v=zoREXT8qT7g
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