En la película "Viajo sola", Irene es una mujer independiente y con personalidad, en torno a los 40 años, muy buena en su trabajo. Como inspectora de hoteles, debe registrarse de incógnito en estos establecimientos de 5 estrellas por todo el mundo, para evaluar si cumplen con los exigentes estándares de calidad que un cliente debería esperar que le ofrecieran. Pero no acaba de estar satisfecha con su vida. Quizá no envidie la posición de su hermana, casada con un músico, madre de familia con dos hijas, siempre liada... o quizá sí, pues al menos ella tiene alguien con quien compartir la vida, un proyecto, un plan. En cambio, Irene ve cómo ha dejado pasar la oportunidad que supuso Andrea, antiguo novio, y ahora amigo y confidente, que le explica que ha dejado embarazada a su nueva novia, y no sabe qué pasos debería dar a continuación. Las situaciones que afrontan los demás le hacen preguntarse si verdaderamente está viviendo la vida.
Seguramente la mejor película de Maria Sole Tognazzi, hija de Ugo Tognazzi. Se trata de una cinta muy humana, atinada reflexión acerca de que la libertad exige al final elecciones, y por tanto, compromiso. La pretensión de la protagonista de afirmar su individualismo y convertirse en una especie de isla no puede por menos de acabar explotando, todos necesitamos a alguien, para amar y ser amados. Tognazzi y su equipo de guionistas tienen buenas ideas, como la de atravesar la narración con una voz en off que concede un doble sentido a las preguntas de los cuestionarios que debe completar en sus evaluaciones. Y se deslizan inteligentes subtramas alrededor de algunos viajes, como el de Berlín, donde conoce a una mujer que le obliga a repensar conceptos como "intimidad", y considerar que la vida se pasa en un suspiro.
Aunque con toda probabilidad se
trata de una decisión artística consciente, para subrayar la vida gris de la
protagonista, la paleta de colores apagados de la fotografías resulta un tanto
plomiza, hasta el punto de que las distintas localidades a las que viaja
aparecen desprovistas de atractivo, y esto puede pesar en el espectador. Pero a
cambio tiene una propuesta interesante alrededor de la soledad contemporánea, con
una gran actriz, Margherita Buy, que fue recompensada
justamente como mejor actriz en los David de Donatello, los premios del cine
italiano.
Fuente: decine21
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