En 1977, Tom Peters, el gurú
estadounidense de la gestión empresarial, aconsejó a los profesionales
construir su marca personal con las armas del marketing, que utilizaban las
enseñas comerciales para atraer a los consumidores. Su lema “para triunfar hay
que dejar de ser normales”, corrió como la pólvora. Desde los consultores hasta
las escuelas de negocios extendieron por Estados Unidos esta filosofía para
triunfar en el trabajo.
El mismo fenómeno se comenzó
a difundir en España hace unos tres años. La escuela europea TISOC fue
pionera en trasladar al coaching la forma de reconocer las
singularidades y valores individuales para construir sobre ellos la marca personal. “Debe recoger los valores diferenciales e idóneos de la meta laboral
a la que cada uno quiera llegar. Hablo de una meta realista, no valen generalidades
como conseguir la felicidad o encontrar trabajo”, explica Pedro Palao, máster
coach de TISOC, que aconseja llegar a la meta mediante pequeñas etapas
premiadas.
La marca más valiosa del
mercado es Apple y, para la consultora Interbrand, lo es porque seduce al
mundo. De la misma forma, “la marca personal es la forma en que cada uno seduce
al mundo. La marca personal es el huevo de Colón. Los autónomos la usan como
una diferenciación para atraer clientes, y el líder para generar confianza en
su entorno. El directivo de una multinacional, por ejemplo, debe hacer suyos
los valores y las metas de la marca corporativa, “pero para seducir a los demás
con ellos debe utilizar su marca personal”, puntualiza el experto de TISOC.
Las singularidades de las
marcas se pueden transmitir en las palabras, por las imágenes o mediante
emociones. “Risto Mejide, por ejemplo, utiliza las palabras para provocar
emociones, aunque sea la ira”, dice Palao. “Steve Jobs utilizaba la emoción,
presentó el primer tablet como una cosa dulce. Y los actores se construyen una
imagen diferenciadora”, añade.
Las universidades y escuelas
de negocios también han introducido en sus másteres la manera de trasladar el
sello personal al mundo profesional, y las técnicas para construir la identidad
digital. “Aplicar las técnicas de marketing empresarial a las personas sirve
para buscar trabajo o clientes”, remacha Arturo de las Heras, Director General
del Centro de Estudios Financieros.
El currículo ya no es
suficiente. “Las empresas también piden tener competencias y aptitudes
personales alineadas con la cultura corporativa. En realidad, quieren
trabajadores con una determinada marca personal, aunque solo lo piden así las
empresas más innovadoras y las emergentes, las que mejor conocen el concepto en
España”, cuenta José Luis Pascual, senior manager de Page Group, el grupo
internacional de selección de personal para empresas.
El mercado laboral pide
ingenieros, comerciales o financieros que sepan gestionar el cambio, sean
polivalentes o tengan agilidad para aprender. Y todos deben tener resiliencia,
la cualidad más demandada. “Desde hace años, hacemos las entrevistas de
candidatos profesionales por competencias personales. No les preguntamos
directamente si son polivalentes, sino la forma en que han desarrollado acciones
para averiguar que realmente son así. No valen las personas dispuestas a ser lo
que pida la empresa”, cuenta Pascual.
Construir una marca personal
no significa ponerse una careta para gustar al entrevistador laboral. Las
características que diferencian a unas personas de otras vienen de fábrica, y
pueden hacer relevante a cualquier empleado. Un reponedor de supermercado puede
ser metódico y ordenado, y así debe destacarlo en un perfil profesional
confeccionado para lograr nuevas metas laborales. Explica Pascual: “cualquier
empleado debe diferenciarse del resto, y hacerlo visible como marca personal.
Volvemos a una cafetería porque su camarero nos hace sentir como en casa. O
acudimos a una empresa porque su comercial nos resuelve problemas. Ambos tienen
cualidades diferenciadoras sobre la que deben construir su marca”.
Crear una buena red de
contactos es, para José María Gasalla, codirector del programa de coaching
ejecutivo de Deusto Business School, la guinda para que una marca personal
funcione. En sus palabras, “debemos actualizar y mantener viva esta red de
relaciones y referentes que ayudarán a difundir nuestra marca, y nos defenderán
ante ataques personales”.
La imagen digital importa
“Los responsables de selección utilizan, en gran
medida, las redes sociales para evaluar la reputación de un candidato. El uso
de Linkedin sigue siendo predominante (68%) pero Facebook también es relevante
(52%)”, indica un informe de Adecco.
Linkedin es la primera puerta al empleo, pero “no
todos han hecho bien su perfil. La foto debe tener una imagen profesional
sonriente. El titular contendrá las palabras necesarias para ser encontrado. El
extracto resumirá lo que haces, y las aspiraciones profesionales (sin hablar de
dinero)”, resume Arturo de las Heras, que aconseja ser escueto, y linkear tanto
a los sitios de formación y profesionales mencionados (sin omitir los
subempleos, demuestran ser luchador), como a los trabajos (escritos o en
imágenes) realizados por cada uno, que pueden estar en un blog.
Gemma Vallet, directora del máster en Social Media
Branding & Strategy de La Salle (Universidad Ramón Llull) aconseja
construir la identidad digital profesional en todas las redes sociales y en
blog propios porque “los reclutadores laborales entran por Linkedin y por
Google para ver los perfiles profesionales.
Los recién titulados deben construir una buena
identidad digital, enfocada hacia dónde quieran ir. El descriptivo debe ser
igual en todas las plataformas digitales, y escoger la idónea a su fin
profesional”. Linkedin es la gran red profesional. Instagram, la idónea para
quienes vivan de la imagen. Facebook tiene perfiles empresariales para los
emprendedores.
Fuente: El País
1 comentario :
Es verdad que hoy en día un entrevistador así a primera vista se fija en nuestras ACTITUDES por ejemplo nuestra formación académica, cursos, idiomas; esas ACTITUDES nos abren las puertas pero hoy en día eso no es determinante para poder convencer a un entrevistador, hoy en día estos buscan las APTITUDES que la persona pueda desarrollar, buscan factores determinantes que añadan valor a la empresa, buscan que puedan competir contra los demás pero cooperando en la empresa, y sobre todo sabiendo que debemos desarrollar nuestros conocimientos para encontrar ese talento.
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