Proyección de la población española/Mariano Zafra/El País
El Presidente de Edad y Vida ha publicado una carta (aquí) sobre “un
nuevo tsunami japonés”. Se trata del tsunami demográfico: caída de la natalidad,
aumento de la longevidad, reducción de la población en edad de trabajar, creciente tasa de dependencia,
dificultades para las pensiones futuras,
probable estancamiento económico…
Hemos de agradecer a los japoneses que nos estén enviando mensajes claros,
porque ese tsunami va a llegar, y pronto, a España (y
a otros muchos países).
El problema de la demografía es que cualquier medida que se adopte
tarda décadas en producir efectos… si los produce. Pero, como decía aquél, si
los árboles tardan mucho en crecer, convendrá plantarlos ahora mismo…
El problema tiene varias dimensiones. Una es la económica:
tener un hijo es muy caro, sobre todo en términos de coste de oportunidad: hay
que renunciar a demasiadas cosas. Esto nos lleva a la dimensión que no sé si
llamar antropológica o ética: no estamos dispuestos a pagar el precio de
tener más hijos. Quizás porque nos ha entrado el pesimismo de la postmodernidad, que considera una actuación
irresponsable el tener hijos. O el materialismo, que nos hace preferir el perro o las
vacaciones al hijo. O el individualismo, que nos hace olvidar que no
vivimos solos, que formamos parte de una comunidad, y que el futuro de esa
comunidad depende de las decisiones de todos. O el cortoplacismo, que nos hace buscar resultados
inmediatos, olvidando que, como he dicho antes, el problema de la demografía es
del largo plazo.
Fuente: Blog de Antonio Argandoña Ver también: Los retos de un país envejecido y "España pierde habitantes por segundo año consecutivo"
1 comentario :
Me gusta este tema. Ahora ya no existen familias de esas con más de 5 hijos (mi madre por ejemplo es la menor de once hermanos) y no por ello vivimos mejor. Conozco incluso un caso de una madre que dejó de hablar a su hija porque, tras casarse, tuvo más de cuatro hijos. Y conozco muchos ejemplos de muchos padres (no muy responsables) que tienen un niño como un capricho, como quien se compra un ordenador porque le apetece (así salimos luego de malcriados).
Además de problemas económicos y morales, creo que existe un problema tambíen que no es precisamente pequeño: la invasión por natalidad. Un claro ejemplo es el avance de comunidades musulmanas en europa (no es por no respetar la libertad religiosa, pero es algo que pasa de verdad). Mientras que la natalidad, por ejemplo, española no llega siquiera a 2 hijos por familia, las familias musulmanas en españa tienen aproximadamente un 8.1 de hijos/familia. Esto supone que en unos 50 años ya habrán llegado al gobierno de la nación.... ¿Peligro real? No lo se, pero recordemos lo que les gusta nuestro país, aunque no prueben el jamón el resto si les gusta ¿verdad?
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