“La empresa con fines de lucro es, debe ser y seguirá siendo la
institución central de la economía moderna. Pero esto no significa que el
objetivo de la empresa con fines de lucro sea obtener un beneficio, del mismo modo que nosotros
necesitamos respirar para vivir, pero respirar no es el objetivo de nuestra
vida”. Me gustó esta frase de un artículo de John Kay en
el Financial Times en la edición en
papel del 13 de junio.
Y sigue
diciendo: “El objetivo de la empresa es producir bienes y servicios para
satisfacer necesidades económicas y sociales, para crear un empleo
satisfactorio y remuneratorio, para obtener rendimientos para sus accionistas y
otros inversores, y para hacer una contribución positiva al entorno social y
físico en el que opera”. No puedo estar más de acuerdo. Solo
añadiría que debe conseguir todo eso con eficiencia, aunque está implícita en las
palabras de John Kay. Y garantizando la continuidad,
donde aparece no solo la sostenibilidad económica, social y medioambiental,
sino también la ética.