Bueno, bonito y barato, a veces;
con pocas garantías, muchas, y no exentas de riesgos, otras. Al igual que
sucediera hace unos años con los bazares chinos de todo a cien, la venta online a través de páginas web asiáticas en
general, y chinas en particular, gana cada vez más adeptos en España. La
globalización y las nuevas tecnologías favorecen nuevos hábitos de compra en un
solo clic.
No hay cifras, pero los
profesionales del sector sí han detectado un aumento de los usuarios que acuden
a estas páginas para comprar todo tipo de artículos, si bien las reticencias se
las llevan juguetes, productos alimenticios, paramédicos o dietéticos. Para
encontrar una referencia a veces solo basta con poner en un buscador una
primera marca y al lado la palabra “barato”.
La más popular es quizá alibaba una especie de Amazon
oriental, pero que “incumple, como muchas otras, en algunos aspectos la
normativa de consumo española que obliga a que las condiciones generales
aparezcan en español y en esta web solo están en inglés”, apunta Rafael Gómez-Lus, experto del área legal en España de Trusted Shops, sello de calidad
líder en Europa para la compra online segura. “Muchas de estas páginas se
basan en un modelo de negocio comercial depredador, pero no se puede ser barato
a costa de incumplir la ley”.
A pesar de que muchas de ellas no
son fiables ni ofrecen garantías para el consumidor, los usuarios prefieren
correr el riesgo de adquirir productos de primeras marcas ahorrándose entre un
30% y un 50% del precio y tampoco hacen ascos a magníficas copias con un 70% o
más de ahorro.