El consumo
colaborativo ha llegado al sector del turismo para quedarse, ofreciendo nuevas
formas de viajar, compartiendo recursos y experiencias, y planteando nuevos
retos para el sector, que tienen que ver con un nuevo modelo de alojamiento,
nuevas estrategias de marketing online y grandes dificultades para conjugar
legalmente todas estas novedades con el alojamiento reglado y tradicional.
Al calor de esta nueva tendencia están
surgiendo nuevas compañías también, como es el caso de Trampolinn, una nueva
plataforma que gestiona estancias en casas de particulares y define su objetivo
como “aportar al viaje su sentido principal: el enriquecimiento de los miembros
de la comunidad mediante el encuentro de culturas y pueblos. Descubrir la
realidad de la vida de las poblaciones locales, así como la variedad de la
gastronomía y de las artes constituye la riqueza de un destino. Y esto es
posible gracias al consumo colaborativo y en especial al turismo colaborativo”.