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martes, 7 de julio de 2015

La corrupción en la sociedad española




Me ha gustado la entrevista que la revista Ethic (n. 19) hace a Javier Gomá, director de la Fundación Juan March (en www.ethic.es). Los temas son variados, por lo que recojo aquí algunas frases suyas, que nos pueden ayudar.

Sobre la corrupción en España:
  • “Muchas cosas que nos escandalizan merecen una lectura en varias direcciones”. Además de criticar a los políticos irresponsables, porque tienen más responsabilidades que los ciudadanos, también hay que recordar que estos tienen algunas: “todos los ciudadanos somos responsables de que nuestro ejemplo produzca un efecto virtuoso, cívico, responsable”. Y habla de la economía sumergida: no meter dinero en la caja, dice, defraudando el pago de impuestos, es también una forma de irresponsabilidad.
  • “Algunas de las corrupciones que ahora nos escandalizan formaron parte durante mucho tiempo de las reglas del juego de la política, de la sociedad, por eso han pillado a tantos responsables con el pie cambiado”. Lo que parecía “normal” no lo era; eran corruptelas incluidas en la “manera normal” de hacer las cosas.
  • “No me parece más corrupta la España de 2014 que la de hace diez años, al contrario, está en una catarsis general de una situación que formaba parte de las reglas del juego”.

lunes, 12 de enero de 2015

El futuro de los jóvenes y el Blog de Antonio Argandoña

Acabo de ver las nuevas entradas del Blog de Antonio Argandoña Profesor del IESE. Estoy suscrito a este blog en el que se publican noticias y comentarios sobre temas de actualidad, agrupados en tres grandes bloques: a) Sociedad; b) Economía y c) Responsabilidad Social y Ética de la empresa.

Si quieres estar al día en esos temas, te animo a que te suscribas por email o lo selecciones como favorito para consultarlo con frecuencia. Para que veas algunos ejemplos, te selecciono a continuación una entrada de cada bloque:

 c) Atacar la corrupción a trocitos.

Actualización: Sobre el futuro profesional, también puede interesarte leer "Preguntas y respuestas sobre tu futuro profesional" 

martes, 2 de abril de 2013

¿Cuál es la empresa más ética del mundo?

No sé cuál es la empresa más ética del mundo. Nadie puede saberlo, porque la ética no es un conjunto de prácticas, sino una manera de hacer las cosas, en la que cuentan los objetivos, la misión, la cultura, los errores y las rectificaciones. Digo esto porque acabo de enterarme de que ya sabemos, por fin, cuáles son esas empresas (aquí, en inglés). Bueno, puede que sí, pero estoy seguro de que, si de verdad lo son, les dará vergüenza reconocerlo, porque no se lo creerán, ya que se verán todavía demasiado lejos de lo que buscan. Claro, porque la empresa ética es un proceso, no un resultado (algo así como “sume los puntos conseguidos y, si tiene más de 350, su empresa es ya una empresa ética”).

Me parece que una empresa muy, muy ética puede ser grande o pequeña, industrial, agrícola o de servicios, pública o privada, pero animada, en todo caso, por una actitud de servicio a los clientes, y a los clientes de sus clientes (¡oh, la segunda derivada, qué importante es para averiguar las buenas intenciones de una organización!), y a la comunidad local. Y de verdaderas ganas de ayudar a sus empleados y directivos, para que se ganen honradamente la vida (lo mejor que puedan, claro, pero ya se sabe que, tal como está la crisis, los sueldos no van a ser muy altos), para cada día mejores personas, para que puedan sacar adelante mejor a sus familias y ser mejores ciudadanos…que continúen aprendiendo, para que puedan ser cada día mejores personas.. y para que se preocupen realmente unos de otros, y de sus clientes, y de los clientes de sus clientes… Y, claro, los propietarios querrán tener una remuneración adecuada, si es posible muy alta, pero estarán más preocupados por lo que hace su empresa que por el dividendo que les proporciona, porque tienen su conciencia, y saben que no todo vale, ni siquiera en la jungla de los mercados financieros. Y así sucesivamente.

Y esto en un entorno de recesión, con la necesidad de reducir gastos (¿habrá que reducir la plantilla?), sin crédito de los bancos, con dificultades para cobrar… y para pagar puntualmente, con ideas bonitas pero con una realidad dura, muy dura, que hace que sus directivos regresen a casa cada día arrastrando los zapatos (“haces mala cara, cariño”: ¡vaya, se me olvidó que tenía que sonreír antes de abrir la puerta!). Y cuando se miren en el espejo, por la noche, pensarán que han cumplido con su deber, solo que las cosas han sido más difíciles de lo que pensaban, pero que mañana lo harán mejor. ¡Ah!, y tengo que pedir perdón a Fulano, que he estado algo brusco con él, y no se lo merece. Y darle las gracias a mi secretaria, que me para muchos golpes telefónicos. Y así un día y otro. ¿Quién le dará un premio a esa empresa? Porque, ¿quién se enterará de lo que ha hecho hoy, con auténtica ética, diría que con heroísmo, esa empresa?


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La gente no trabaja sin valores; la acción humana tiene un objetivo y la ética dirige ese objetivo. La economía no es neutral, porque es una ciencia humana y como tal se ocupa de la actividad humana. Producido por la Cátedra de Ética Empresarial y de los Negocios del IESE, el vídeo siguiente contiene entrevistas con Miguel Alfonso Martínez-Echevarría; Martin Schlag, Luis Romera y Joan Fontrodona.

domingo, 17 de abril de 2011

Ay, ay, ay. O mentiras rentables

Ha caído en mis manos un artículo de Paco Sánchez, publicado en Nuestro Tiempo, en octubre de 2010 (verlo aquí). Se titula “Ay, ay, ay”. Merece una lectura atenta, entre otras razones, porque es muy corto. 

Copio el primer párrafo:

“Hace año y medio conté en una columna la curiosa historia de una mesa redonda que moderé en el 2001 ó 2002: “El tema era la gripe. Fui dando la palabra a los cuatro médicos que me acompañaban en la tribuna ante un público de unas ochenta personas. Terminada la primera ronda de intervenciones, comenté un poco asombrado: ‘Han dicho que este año hay la misma gripe de siempre e incluso alguno ha llegado a afirmar que hay menos que nunca. Sin embargo, los telediarios abren desde hace varios días con imágenes sobre hospitales congestionados por la epidemia de gripe…’ Silencio. Ninguno de los ponentes decía nada. El que se sentaba a mi derecha me dijo en voz muy baja, escapando del micrófono: ‘Relenza’. Me asusté. Y sin tener en cuenta la prudencia de mi interlocutor, dije: ‘¿Me están diciendo ustedes que esto es una gripe mediática?, ¿un montaje para lanzar un nuevo medicamento?’ Asintieron con la cabeza. El Relenza, uno de los antivirales que ahora se prescriben para la gripe porcina, mexicana, nueva, o Ah1n1, acababa de salir al mercado. De aquella supuesta epidemia de gripe no se supo más”.

“La farmacéutica es  una industria clave en nuestro sistema, y no sólo en el económico. Sin embargo, una parte de este sector ha demostrado muy pocos escrúpulos en el último medio siglo. Quizá fueron los primeros en entender a fondo las ventajas de una acertada comunicación estratégica, y como consecuencia, más que a la promoción directa de sus productos, se han orientado a la intervención en el discurso cultural. Para ello han recurrido a muy diversos procedimientos: desde la creación de lobbies con apariencia de institutos de investigación hasta la financiación de sociedades médicas.” (Leer más...)

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Con los párrafos anteriores comienza una de las las últimas entradas (te recomiendo una lectura atenta) del Blog de Antonio Argandoña, que tiene el mismo título que he copiado en el título de esta entrada de nuestro Blog.

Antonio tiene un excelente curriculum que parece en su página personal. Es un antiguo profesor y amigo. Lo tuve como profesor, cuando hice el Programa de Dirección General (PDG) del IESE, hace ya más tiempo del que quisiera.

Curiosea su blog. Estoy suscrito y además de aprender muchas cosas, me sugiere ideas y reflexiones sobre los tres temas que trata: Economía, Sociedad y Responsabilidad social y ética de la Empresa.

Te copio el título y el comienzo de otra de las últimas entradas. Seguro que además del tema anterior, también te interesa profundizar y compartir con todos tus conclusiones.

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La respuesta de John Kay es no (ver aquí su artículo “The economists still stubbornly sticking to their guns”, en el Financial Times de hoy, en inglés, claro). O quizás quiere decir que nos damos cuentas de nuestros errores, pero no somos capaces de corregirlos.

Kay critica a los economistas, porque está hablando de lo poco que hemos aprendido de la crisis reciente, y porque es el gremio que conoce mejor. Pero sus comentarios valen, me parece, para todos, o casi todos. Los casos que cita son de expertos que mantuvieron una posición antes de la crisis, quizás reconocieron sus errores cuando aparecieron los problemas, pero luego han vuelto a reafirmarse en sus ideas originales

Me parece lógico, hasta cierto punto. Todos partimos de una manera de ver el mundo, que condiciona nuestros análisis y nuestras acciones. A fuerza de ver las cosas de una manera, nos cuesta cada vez más entender otras maneras distintas. No es cuestión de falta de buena voluntad: nos faltan medios. Si, por ejemplo, uno se ha pasado toda la vida diciendo que las personas actúan siempre por motivos egoístas, le faltarán las categorías mentales para entender que quizás puedan actuar de otra manera, y cuando ese científico social vea un acto de generosidad, pensará, probablemente, que es un caso de egoísmo encubierto: debe hacerlo, pensará, para quedar bien, para satisfacer su ego, para obtener alguna ventaja futura,…(Leer más..)
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Para terminar te dejo un vídeo para sonreír....y para pensar


Actualizacióin. Por su importancia y actualidad aquí  puedes ver las entradas del Blog de Antonio Argandoña que se reefieren a la corrupción. También te aconsejo leer un etrada del  Blog de  Profesor del IESE Julián Villanueva, (al que ya nos hemos referido en este blog). Ver Políticos corruptos, ¿ciudadanos idiotas?