Marketing y Servicios: Feliz Navidad y próspero consumo

sábado, 6 de diciembre de 2014

Feliz Navidad y próspero consumo



Un año más llegó la Navidad con más de un mes de antelación y con ella los sentimientos de bondad, de felicidad, de caridad. Un año más las calles están ya llenas de dulzonería y sensiblería, de villancicos, de papás noeles, de luces, de espumillón cuando el mes de noviembre acaba de despedirse. Llega la Navidad y los ayuntamientos de nuestros municipios llenan las calles de bombillas y más bombillas y de gasto energético inútil y derrochador.

Reportaje emitido en 2013

Llega la Navidad y rezaremos para que este año sí, este año por fin nos toque la lotería; para que el Gran Atracón no pase factura en el estómago (porque en el bolsillo es imposible que no la pase). Llega la Navidad y desde los comercios, los medios de comunicación y los grandes almacenes se nos bombardea (de hecho llevan haciéndolo desde principios de noviembre) con este Supermercado de la Solidaridad, con estas Tiendas de los Buenos Sentimientos. Compra, date el atracón ….Anda, ríe, bebe, que hoy es nochebuena….Gasta de tu Visa …pero hazlo con una sonrisa y piensa en los demás. Un año más gastaremos y gastaremos sin fin en la fiesta del exceso y del consumo.



Navidades…las justas

Navidades las justas significa, al menos para mí y en primer lugar, que tienen que durar eso, lo justo: el tiempo apropiado, exacto, limitado. Que las Navidades no duren tres meses casi. Que lo poco agrada (bueno, a veces ni eso) y lo mucho empacha.

Navidades las justas significa que seamos conscientes de lo que se celebra, de que es una fiesta religiosa para los que creen en ella y de ahí el porqué y el para qué de estas fiestas. Navidades las justas apela al fin del cinismo y la hipocresía con que felicitamos y sonreímos a ese jefe que detestamos los once meses restantes del año, a esa compañera de la que no conocemos ni siquiera su nombre, a ese vecino que no sabemos ni en qué piso vive. Navidades las justas significa reivindicar el derecho incluso a no celebrarlas: si uno no cree en ellas. ¿Por qué atiborrarse la noche del 24? ¿Por qué seguir comiendo el 25? ¿Por qué dar y recibir regalos caros, inútiles?




Navidades las justas significa el plantearse en estas fiestas qué compramos, qué comemos, qué regalamos. Navidades las justas tendría que plantear en nuestras cabezas y en nuestros corazones preguntas como ¿lo necesito? ¿Merece la pena? ¿Tanto es bueno? Lo justo, lo imprescindible, lo necesario... y no dejarse llevar por tantas y tantas propuestas de felicidad publicitaria.

Navidades las justas también significa que nos preguntemos de dónde vienen los productos que compramos y regalamos y que miremos más allá de las etiquetas y los precios. Que nos preguntemos y le preguntemos a los productos si se habrá pagado un salario justo, si se habrán fabricado bajo condiciones laborales dignas, si respetaran el medio ambiente los procesos productivos. Que desviemos el máximo posible de la corriente compradora hacia la compra de productos responsables: ¿una cena de Nochebuena hecha con productos agroecologicos? ¿Turrón de comercio justo? ¿Cava de redes de consumo alternativo? ¿Regalos de productores de economía solidaria? ¿Regalos hechos por uno mismo con sus propias manos? ¿Regalar tiempo?

Y no sigas metiendo en tu cesta de la compra botellas de cava que donan el 0’7% a apadrinar niños y niñas que no saben lo que es la Navidad; mazapanes y turrones que cada vez tienen menos almendras y cacao de ese que se produce allá lejos en África; no sigas pujando en el telemaratón de turno por un producto que un famoso ha donado para que tú lo compres y ese dinero vaya a los mismos hambrientos de la Navidad del año pasado; no sigas buscando para regalar artesanías latinoamericanas, máscaras africanas que den un toque exótico a tus reyes magos pero que no sabes cómo ni quién las ha hecho (seguro que son made in China) …Y sigue leyendo cosas como estas. A lo mejor estas Navidades son, de verdad, las justas.

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7 comentarios :

Mónica González dijo...

Es verdad que la navidad es una época de consumismo, pero en realidad también lo son fechas como halloween, San Valentín, carnaval, día del padre y de la madre..., en realidad yo pienso de que es una manera en que haya movimiento de dinero porque si no fuese por este tipo de eventos no tendríamos excusas para ir a restaurantes, hacer regalos, comprar disfraces, llevar flores a nuestros seres queridos...
En realidad son cosas que se pueden hacer en el día a día, pero que también es verdad que estas fechas tan señaladas animan más a la gente a que se hagan.
Mónica González Sánchez-Pascuala.
Mark. Serv. UAH.

Daniel de Frutos dijo...

El consumismo que se produce en las navidades se puede ver en épocas de crisis de una manera positiva.
Ya que hay cantidad de comercios que ven crecer sus ventas debido al espíritu consumista que marca estas fechas.
Por lo que en este contexto se puede ver de forma positiva el consumismo navideño
Daniel de Frutos Martín
Mark. Serv. UAH

Patricia Sotodosos (Mk TIC) dijo...

Es cierto que la navidad ha perdido todo el sentido que tenía, puesto que como bien dice el post, se ha convertido en época de consumismo y "falsedad", puesto que en esta época todo el mundo felicita la navidad y el año nuevo, a personas que luego durante el año ni dirigen la palabra...
Supuestamente se dice que la navidad es para "hacer el bien", ayudar al que no puede, ser solidario... puesto que siempre en navidad se hace el típico mercadillo solidario, cosa que se podría hacer en cualquier época del año, solo porque a alguien le apetezca... pero ¿cuantas personas el día 24 por la noche, se acuerdan de esas personas, que están en la calle sin familia, pasándolo mal?

General Failure dijo...

En las fechas de navidad cuando es un niño disfrutar mucho porque tienes vacaciones en el colegio y com es un montón de cosas fuera de lo cotidiano y vespa toda tu familia en vida y con suerte hay regalos.

Pero cuando eres más mayor y no tienes vacaciones recuerda a los familiares que ya no están y no te llega el dinero para comprar ni comida ni regalos especiales no son tan divertidas.

Soy muy partidario del comercio justo este año todos mis regalos van a hacer los dos amigas artesanas: hace ropa para bebes y niños a mano y la otra hace unas galletas decoradas graciosisimas.

Así se que nadie se enriquecerá con mis regalos excepto quienes lo han hecho y quienes lo reciban.

La locura consumista para quien tiene paga extra en Navidad es un gran momento pero los que no disponen de ese beneficio o ni siquiera tienen ninguna paga sufren penurias para construir una Navidad low cost.

En una sociedad capitalista y eso salpica a todas las festividades que tenemos. No hay que ser hipócritas, a todos nos gustan las cosas buenas del capitalismo pero hay que ser conscientes de que también tiene muchas cosas malas. Por eso podemos intentar hacer nuestra parte y plantearnos aunque sólo sea una cosa pero hacer algo diferente estas navidades. Cocinar en casa e invitar a los amigos, regalar artesanía, cada uno podemos hacer algo distinto que ayude a alguien. eso sí que sería una buena manera de celebrar el nacimiento de Papá Noel!! ;)

Teodora Sergeeva dijo...

No estoy de acuerdo que los días de Navidad son solamente un boom de compras y consumismo. Las Navidades nos emocionan, nos ilusionan, nos suben el ánimo. Todas estas lucesitas por las calles y canciones Navideñas nos hacen pensar de lo pasado durante todo el año, nos provocan de ser buenos y ser más solidarios. Por este subidón de emociones, pensamos en las personas más queridas, nos encanta ir de compras, comprar regalos, cosas nuevas para casa, algún vestido nuevo y también de planear alguna escapada para los últimos años del año. Las fiestas siempre provocan subida en las ventas. Hay mucha gente que ahorra durante meses para poder soltarse en las fiestas y permitirse gastar más. El gasto de dinero nos emociona.

Eduardo V. Izquierdo Nuñez dijo...

Bien cierto es que la época navideña lleva el consumismo a niveles estratosfericos, el comprar por comprar, pero de forma controlada no es necesariamente malo, es decir, el dinero se crea como factor de cambio, en si no tiene valor, solo tiene valor cuando podemos adquirir otras cosas con el, y almacenarlo solo implicara más cifras en nuestra cuenta del banco, pero sin compartirlo o poder gastarlo no aportará nada a la persona.

Hay que ser conscientes en las necesidades de primer nivel y los gastos personales según nuestras prioridades, siempre puedes dejarte llevar la navidad pero sin perder la cabeza cayendo en el derroche.

Los gastos urbanísticos aumentan de forma desmesurada, aunque a pesar de ello, creo que son bien empleados dichos gastos. Los seres humanos necesitamos salir de las rutinas y vivir distintas sensaciones, solo hay que ver las caras de los niños ante tal espectáculo, o las miles de selfies con amigos y familiares.

Y como todos sabemos, no es necesario gastar un céntimo para poder disfrutar de los distintos espectáculos de luces y sonidos o el ambiente que se respira en las calles.

No olvidemos que un gasto no siempre se hace con el motivo económico, también puede hacerse para poder autorealizarnos a fin de ser más felices, es decir, al regalar algo, automáticamente nos sentimos mejor ya que nos creemos mejores personas, y siempre que algo nos haga felices, tenemos que luchar por ello (Sin perder de vista las prioridades ) La vida es solo una y hay que tener pequeños momentos que nos aporten felicidad a pesar de ser gastos innecesarios.

Como conclusion me gustaría hablar de un caso concreto como es Cortilandia, símbolo del consumismo y estrategia para que los niños pidan más juguetes y así aumentar El Corte Ingles sus ventas, pero si miramos de otra forma también podríamos decir que es pequeño espectáculo que se realiza cada hora, une a las personas y hace florecer buenos recuerdos en uno mismo, ya que dicho espectáculo se aferra a los sentimientos de todos aquellos que han visto el espectáculo en su niñez, trayendo a la mente esa infancia ya perdida aflorando así buenos recuerdos de épocas pasadas.

Raquel Ramos Lorca dijo...

Si que es cierto que hay un consumismo desmesurado en esta época del año, pero también es cierto que, bajo mi punto de vista, las Navidades siempre nos producen alegría, nos aumentan el ánimo, nos hacen estar felices. Creo que es una época en la que todo el mundo puede reunirse con la familia, puesto que hay veces que eso es complicado, o con los amigos si apenas pueden verse, y eso es un aliciente para salir y consumir. Sales a tomar algo con los amigos, preparas una cena para juntaros toda la familia… todo eso produce que tengas que gastar dinero, pero cada cual debe saber sus limitaciones.

Y todo esto no es malo, en realidad produce un movimiento del consumo en las ciudades y, aunque es cierto que deberíamos pensar más en cuanto dinero nos dejamos o donde nos lo dejamos, ya que las grandes empresas son las principales beneficiarias de todo este movimiento. Creo que es un momento de euforia en el que lo único que importa es pasar un buen rato en compañía de los más queridos, y como ya he dicho, la época y el ambiente acompañan a ello. Para mi no es que se pierda la esencia de la navidad, sino que se ha modificado la forma de vivirla.

Raquel Ramos Lorca
Alumna de Marketing Servicios de GADE de UAH